- ¿Lo quieres? 

+ No, aún más. Lo amo.

- ¿Y por qué no estás con él?

+ Porque él no me quiere.

- ¿Qué esperas para enamorarlo?

+ Ya lo intenté, y fallé.

- ¿Y te rindes tan rápido?

+ No, pero mi corazón si.

- ¿Y por qué no lo buscas?

+ Él ya tiene otro amor.

- ¿Y no vas a hacer nada?

+ Él es feliz así.

- ¿Y tú qué?

+ Yo soy feliz si él lo es.

- ¿Pero no lo extrañas?

+ Más que a nada.

- Deberías ir por él.

+ No, ya no. Ya no tengo fuerzas.
Además él ya no quiere saber de mí.

- ¿Y te quedarás aquí llorando?

+ ¿Qué más puedo hacer?

- Tal vez olvidarlo.

+ Tal vez debería...

-¿Por qué no lo intentas?

+ ¿Acaso crees que no lo he intentado?

- ¿De verdad lo has hecho?

+ Siempre que fue posible.

- ¿Entonces te quedarás así?

+ Quizás si.. Supongo que no hay nada más que pueda hacer.

- Pero ¡vamos, deja de sufrir! 

+ Quisiera, pero ya no puedo dejar de sentir.
- ¿Qué sientes?
+ Mucho dolor, decepción... Pero sobre todo amor.
- ¿Cómo puedes sentir amor por alguien que te ha hecho sufrir tanto?
+ Pregúntale a mi tonto corazón, que no tiene razones lógicas; pregúntale a él por qué no quiere entender lo que mi cabeza le dice.
Pregúntale a él por qué no acepta que nunca lo que sintió alcanzó, que no fue suficiente tanto amor.